Volvimos de la Isla con la sensación de haber desembarcado de una aventura intensa y con múltiples sensaciones. Nunca apreciaramos la "joya" que tenemos enfrente de una manera igual y tampoco sabíamos que necesitase tanto mimo y cuidado.
Aunque la climatología al final nos acompañó algo, pudimos comprobar el famoso "microclima" de Cíes: cuando llueve, como el viernes, lo hace intensamente, sirviendo de parapeto de Vigo, y las noches, cuando sopla viento del norte, nada le tienen que envidiar a la alta montaña.
Resultó sorprendente comprobar como un paraiso natural como esta nuestra isla necesita de mucho y constante trabajo de conservación. Lo que nos contaron en el curso de voluntariado es poco en relación con lo que pudimos comprobar: que si especies que se propagan como si de una maldición se tratase, que si la porquería que llega por el mar (particularmente bastoncillos de limpiar oidos, etc) o la que los visitantes dejamos queriendo o sin querer, que si las dunas requieren retirar restos del pasado reciente, etc. Nada, un trabajo ímprobo que abordamos con mucho ímpetu y que todos convenimos en que no hay que dejar de hacerlo constantemente. Os invitamos a la experiencia, engancha.
Y luego, lo que fue increible fue la observación de los fondos marinos y del entorno costero. Que maravilla. No hay más que ver las caras de los/las participantes.
Aunque la climatología al final nos acompañó algo, pudimos comprobar el famoso "microclima" de Cíes: cuando llueve, como el viernes, lo hace intensamente, sirviendo de parapeto de Vigo, y las noches, cuando sopla viento del norte, nada le tienen que envidiar a la alta montaña.
Resultó sorprendente comprobar como un paraiso natural como esta nuestra isla necesita de mucho y constante trabajo de conservación. Lo que nos contaron en el curso de voluntariado es poco en relación con lo que pudimos comprobar: que si especies que se propagan como si de una maldición se tratase, que si la porquería que llega por el mar (particularmente bastoncillos de limpiar oidos, etc) o la que los visitantes dejamos queriendo o sin querer, que si las dunas requieren retirar restos del pasado reciente, etc. Nada, un trabajo ímprobo que abordamos con mucho ímpetu y que todos convenimos en que no hay que dejar de hacerlo constantemente. Os invitamos a la experiencia, engancha.
Y luego, lo que fue increible fue la observación de los fondos marinos y del entorno costero. Que maravilla. No hay más que ver las caras de los/las participantes.
En la próxima misiva enviamos los comentarios de los voluntarios y las voluntarias. Ver las fotografías en el apartado "Voluntariado". También se colgarán aí las fotografías que envieis al correo info@caminoacaminovigo.org
Por cierto, no dejeis de ver el vídeo "Especies exóticas invasoras" elaborado por voluntarios del primer turno. Ver en la sección "Videos Camiño a Camiño" o en http://youtu.be/OB_Nr92Sarg